MAYO 2020
I.E. Estás muy vinculado con la tecnología y tenés muchos proyectos. ¿Qué te motiva a hacer tantas cosas?
J.B. En primer lugar, mi historia en esta industria arrancó en el año 2002, luego de irme por completo de la industria en la cual me formé, que es la industria de los servicios financieros. Tuve diferentes tipos de emprendimientos y diferentes empresas. Por un lado, siento la necesidad de hacer las cosas cada día un poquito mejor. Me gusta sumar valor. Poder ampliar el alcance de contención social y darle mayor futuro a mi familia es algo muy valioso para mí.
Me motivan muchas cosas y el agro en la Argentina tiene una oportunidad histórica, somos el sistema más sustentable del mundo. La tecnología y las soluciones de procesos me parecen muy interesantes. Me parece buenísima la empatía que generan los RRHH. Siempre apuesto a que el precio de los productos sea el adecuado para poder llevar negocios duraderos, que generen fidelidad, que el cliente se sienta satisfecho con la solución que está recibiendo. La transformación digital es poner al cliente en el centro. Quien crea que la digitalización de los negocios redunda nada más que en la transformación de papeles a bits, está absolutamente equivocado. Y corre un riesgo bastante alto. Es mucho más que eso. Brindarle al cliente todas las soluciones que está precisando, hacerle la vida más fácil y su tiempo mucho más valioso. Herramientas como AgroPro ayudan a mejorar los procesos, reducen las discusiones. En el campo argentino es muy normal estar discutiendo permanentemente sin datos duros. Con AgroPro, esto se evita.
I.E. ¿Cómo ves el proceso de transformación digital en el agro?
J.B. Se acabó el costo transaccional. Hoy a través de diversas plataformas el usuario puede estar identificando y georeferenciando donde están las dificultades de una pulverización, de una siembra, de una cosecha, de una fertilización, donde están hospedadas las plagas, cuáles son las malezas resistentes. Lo único que hacen es perfeccionar los procesos, aumentar la productividad, elevar el tiempo de respuesta. Una mejora en la respuesta redunda en mejores resultados. La tecnología nos trae la posibilidad de que nosotros no hablemos más, de que simplemente la tecnología hable por nuestro trabajo y esté mostrando en tiempo real cuál es el resultado de ese trabajo a nuestros clientes finales, que en definitiva somos nosotros mismos como consumidores. Todo el valor que vienen a poner las empresas, lo único que van a dar es buenas noticias a sus clientes y sus clientes van a poder pensar cómo hacer mejor las cosas que hacen todos los días. Aquellos que no se animaron todavía, es desafío y una buena oportunidad para que puedan escalar en un cambio en cómo hacer las cosas.
I.E. ¿Cómo afecta lo que estamos viviendo del coronavirus en esa digitalización?
J.B. Nos va a afectar a todos los argentinos, esperemos que mucho menos de lo que imagino. Es un escenario complejo y Argentina no tiene muchas herramientas. El negocio agropecuario es el menos afectado de todos los negocios. Yo creo que las empresas de agro tecnología que brindan soluciones se ven más beneficiadas. Cambian los eslabones del riesgo y cambia la calificación del riesgo de crédito de cada una de las industrias, desde las más grandes a las más pequeñas. Es una oportunidad única de negocios porque la gente va a empezar a entender cuánto tiempo perdía desplazándose al vicio, y lo importante que es estar en un lugar pensando, tomando mejores decisiones, analizando su tablero de control, viendo de manera remota cuáles son sus KPIs más importantes y cómo están performados, cuáles son sus índices de desenvolvimiento para después ir físicamente y verlo en el campo, pero con más precisión. Hay mucho para ganar y el riesgo más grande son los altos gastos de estructura y los problemas de financiamiento. Cuidaría mucho el dinero, pero no retrasaría las inversiones, de ningún tipo. Analizaría muy bien las operaciones que estoy haciendo y para qué las estoy haciendo. Es momento de invertir más, de invertir mejor, para buscar mejores resultados y para prepararse para un mercado que está en default. Lo importantes es que usemos la tecnología para que ella hable por nosotros, que podamos desarrollar productos innovadores y que le demuestren a nuestros consumidores, a nuestros clientes, a los compradores, cuál es el valor implícito.
I.E. ¿Cómo pensás que el campo puede aportar en este contexto?
J.B. En este contexto, ya que el agro va a ser el menos damnificado, en vez de hacer donaciones, está bueno que salgamos a emplear gente. Tenemos nuestra responsabilidad como empresarios de tratar de sumarle valor a la industria y generar lo que podamos a nivel empleo, mejorando las operaciones y trabajando en la reingeniería de procesos. El campo argentino necesita hoy ingenieros trabajando en las mejoras de procesos, que incorporen AgroPro y vean cómo mejorar cada una de las cosas que hacen en sus establecimientos. Este encierro nos obligó a analizar mucho más. El campo nos invita a diseñar más, a pensar más, plasmar en un pizarrón y después llevarlo e implementarlo en el campo. La clave es trabajar en la calidad, en la mejora continua y las herramientas que desarrollamos lo que hacen es darle mayor visualización, instantaneidad, y la posibilidad de medir cada una de las cosas que decimos que vamos a hacer.
I.E. Te dedicás a la ganadería, a la agricultura y sos socio en Acronex, ¿Qué es lo que más te gusta?
J.B. La relación entre Acronex, la agricultura y la ganadería es casi lineal. La agricultura y la ganadería me dan la posibilidad de estar mirando con ojo crítico permanentemente todos los errores que cometemos, todas las necesidades que tenemos y en Acronex poder trabajar para desarrollar soluciones junto a esa mirada y la de todos los clientes. Acronex es una empresa que todavía tiene muchísimo por desarrollar y crecer. Nuestro producto estrella, el de las pulverizaciones, ya no está solo. Hicimos desarrollos en cosecha que son espectaculares: ver toda la cosecha en tiempo real, ver dónde se descarga el grano. Toda la trazabilidad se puede seguir en tiempo real. La transmisión en tiempo real es muy valiosa y tenemos esa ventaja comparativa. Es muy bueno todo lo que viene y estamos trabajando en todas las integraciones para hacerle las cosas más fáciles a los gestores del negocio.
I.E. ¿Cómo te imaginas el agro de acá a 3 o 4 años? No te digo 10 porque todo pasa muy rápido.
J.B. La verdad es que me lo imaginaba de una manera distinta. Yo creo que, después del coronavirus, van a cambiar muchas cosas. Me lo imagino con este proceso de mejora continua mucho más profundizado. Veo que las curvas de adopción van a crecer fuertemente. Creo que es clave que las empresas podamos trabajar en seguir ofreciendo a nuestros clientes una mejor oferta de valor y que multipliquemos a los evangelizadores, a estas personas que vienen a ayudarte a desarrollar los negocios de manera distinta. Invito a muchos ingenieros agrónomos a trabajar en la capacitación de procesos. Estoy dispuesto a ayudarlos y a darles mi opinión acerca de qué hacer para cambiar y salir de la capacitación actual puesta en la biología para ir más a lo duro, al negocio, al proceso y a la mejora continua. Esa va a ser la clave. Nosotros seguimos generando ingenieros que traccionen sobre la mejora de procesos. El agro argentino va a tener una eficiencia fenomenal y va a poder marginar renta con todas estas dificultades a partir de esa eficiencia. La forma de hacer el negocio viable es sumando tecnología. Eso me va a dar la posibilidad de capturar mejor renta y de tener un negocio un poquito más atractivo de lo que hasta ahora tenía. Las agtech son soluciones tecnológicas digitalizadas de procesos. Son soluciones que mejoran la vida de las personas, los negocios, la relación con el ambiente y con la productividad. Por eso creo tan importante esto y creo que vamos por ese camino. Necesitamos concentrarnos más, focalizarnos más, vivirlo como algo más normal. –
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