MAYO 2023
Salvo en el sur de Buenos Aires y en alguna otra zona puntual, todo parece indicar que lo más prudente sería no sembrar trigo este año.
En primera instancia, porque en muchos lotes no hay humedad para hacerlo. Y en segunda instancia, porque en varios de los casos donde hay… cuando llegue la fecha de la siembra ya no quedará más si no llueve.
Por otro lado, igual o más importante, los perfiles están vacíos. Y por más que se pronostique un año Niño, en la mayoría de las zonas empezamos a dudar de que éstas puedan afrontar el doble cultivo.
Como si fuera poco, el precio está cada vez más bajo. El trigo diciembre está a 230/240 dólares, ¡70 menos que a principios de año y 130 menos que el año pasado para esta época! La causa: se espera para mediados de año, una buena cosecha en el hemisferio norte. Aunque sería factible que por las bajas estimaciones de producción en Argentina y en Australia, haya cierta recuperación de los valores.
Por supuesto, también existen razones que nos hacen pensar en que sí debemos sembrar. Lo financiero es quizás lo más importante. Para muchos, un año sin trigo se puede hacer muy largo; y muy largas, y mayores también, las financiaciones que haya que tomar en caso de no tener cosecha a fin de año.
La cobertura y la rotación de los lotes también son factores claves en muchos casos, aunque este año en particular puedan pasar a un segundo plano.
Supongo que en algunas situaciones, sobre todo en campo propio, una opción intermedia pueda ser comenzar el trigo con menos tecnología que lo habitual e ir viendo cómo evoluciona, para definir si se cosecha o si se usa como cobertura.
Lo cierto es que este año es una decisión más compleja y riesgosa de lo normal, y no queda mucho tiempo para tomarla. Con la memoria fresca de lo que fue la cosecha pasada y con menos recursos para afrontar otra similar.
Todos los casos son particulares y la aversión al riesgo es diferente para cada persona y empresa. Pero en líneas generales, creo que es importante pensar en frío y tener definida la decisión antes de que alguna lluvia durante mayo-junio nos impulse emocionalmente a sembrar, sin haber hecho el análisis adecuado.
Por las charlas con los usuarios de AgroPro, podríamos decir que en el sur de Buenos Aires la intención de siembra de trigo (y de cebada) no disminuye con respecto a años anteriores. Y que en el resto de las zonas, pareciera que sí será menor que lo habitual.
En las zonas donde los perfiles están muy secos, algunos plantean la posibilidad de no sembrar nada si no llueven unos 100 mm de acá a la fecha ideal. Otros, conscientes del riesgo y por cuestiones financieras principalmente, sembrarán si tienen humedad para largar; con la esperanza de que el año Niño pronosticado traiga el agua deseada (aunque seguramente siembren menos que el año pasado).
¿Vos ya tomaste una decisión? ¿En qué se basó? ¿En no correr demasiado riesgo o en asumirlo por cuestiones financieras, de rotación y/o de costumbre? ¿Analizaste otras alternativas para resolver lo financiero?
Espero que la cosecha vaya marchando de la mejor manera posible y que estés iniciando la nueva campaña del mismo modo.
Debajo se encuentra el pronóstico de Leo de Benedictis para el periodo 5/5-10/5