AgroPro

JUNIO 2023

¿Lograremos que la agricultura sea sexy?

Por Ignacio Eguren

Esta semana participé en dos paneles de MAIZAR, uno de los grandes eventos del agro que se hacen en nuestro país. Y, como de costumbre, la organización y el contenido fueron excepcionales.

 

En uno de los espacios estuve como speaker (orador o panelista, para ser más campero) y en el mismo hablamos sobre la “Gestión del talento joven”. Un tema y un público que me encantan pero pensándolo un poco… empiezan a preocuparme las invitaciones a dar charlas para jóvenes. 

 

El tema me gusta tanto y lo consideramos tan importante en las empresas en las que formo parte, que hace algunos meses escribí una nota al respecto en Horizonte A. Y hoy te la comparto por acá porque creo que es sumamente importante para todas las empresas que producen, asesoran, distribuyen o brindan cualquier tipo de servicio en el agro, sin importar el tamaño y la trayectoria de las mismas. 

 

Hace poco leí: “Tenemos que hacer que la agricultura sea sexy”, en una nota del The New York Times. Hacía referencia a qué están pensando en Francia, el país que genera el 20% de la producción agrícola de la Unión Europea, para atraer a los jóvenes al campo. Me gustó el sentido de la frase y estoy convencido de que esto mismo tenemos que hacer en Argentina y en la región.

 

“Trabajar en el campo” es un concepto muy amplio que incluye diferentes rubros, profesiones, roles, tareas y lugares en los que se vive. Generalmente se lo asocia con trabajo duro, con estar presente sábados, domingos y feriados; haga frío o calor.

 

Esto y estar alejado del movimiento y de las comodidades que tienen las ciudades, quizás sea la causa por la cual es cada vez menor la cantidad de personas que quieren trabajar en el campo, aun pudiendo vivir en el pueblo.

 

Como consecuencia, la edad promedio en el sector está aumentando, fenómeno que ha comenzado antes en países más desarrollados. En Europa la edad promedio de los productores ronda los 65 años, en Estados Unidos los 55 y en Argentina es cercana a los 45.

 

La edad promedio en Argentina aún expresa un buen equilibrio entre la experiencia que aportan los mayores y la innovación que traen a menudo los más jóvenes, sabiendo que ambos aportes pueden surgir de los dos grupos etarios.

 

Para poder disminuirla, o mantenerla, es necesario incorporar jóvenes a las empresas agropecuarias. Y para que eso suceda necesitamos prestar atención a sus necesidades y requerimientos, que son diferentes a los de la generación anterior.

 

El propósito de la empresa y su relación con el medioambiente y la sociedad es un aspecto clave para ellos a la hora de elegir un trabajo. El equilibrio entre la vida laboral y la personal es muy importante y necesitan poder administrarlo.

 

Ellos valoran más, en general, poder trabajar por objetivos que estar cumpliendo horarios fijos. Les resultan muy atractivos aquellos trabajos que son de lunes a viernes, aun sabiendo que cuando haya que trabajar durante los fines de semana o feriados tendrán que hacerlo. Y también aquellos donde las vacaciones sean flexibles.

 

Algunos de estos “beneficios” ya se ven aplicados en empresas del sector agropecuario que supieron adaptarse rápidamente para poder captar jóvenes trabajadores, aunque por diversas razones, menos que en otras empresas -por ejemplo, aquellas relacionadas con el desarrollo de software- que tienen edades promedio significativamente menores.

 

Además de los beneficios, la inclusión de nuevas tecnologías en la organización, particularmente aquellas vinculadas con la digitalización, son un gran atractivo para la incorporación y motivación de los jóvenes.

 

Por ello, pienso que a través de la digitalización se pueden lograr dos grandes objetivos. El primero, conducir a la organización hacia un camino de mayor eficiencia y sostenibilidad. Y el segundo, mantenerla “joven”.

 

La digitalización permite que los procesos de la organización sean más eficientes, que sean mejor comprendidos por todos y que por lo tanto se logre una mayor alineación del equipo. Que sean replicables campaña tras campaña y que cuenten con los registros y la trazabilidad adecuada para que sea más fácil realizar controles y mejoras sobre ellos.

 

Un aspecto fundamental para que las soluciones digitales sean adoptadas rápida e integralmente es que se pueda acceder a ellas, en todo momento y lugar, desde diferentes dispositivos, ya que hay situaciones en las cuales es conveniente trabajar desde una computadora y otras donde es mejor, o incluso la única manera de poder hacerlo, desde un celular.

 

Como lo hizo WhatsApp, soluciones digitales que nos ayuden a gestionar nuestras tareas desde un teléfono, nos permitirán ser más eficientes en el uso de los recursos y principalmente en el uso del tiempo.

 

La posibilidad de hacer todo tipo de tareas y operaciones desde cualquier lugar, incluso aunque no tengamos señal, es un gran avance en términos de productividad e incluso de libertad. Y eso abarca poder hacerlas desde el campo, desde una estación de servicio o incluso desde nuestra casa u oficina, pero sin necesidad de abrir una computadora.

 

Desde nuestra casa u oficina…

 

Podemos:

  • Ver a partir de imágenes satelitales el estado de los cultivos en los campos que vamos a recorrer ese día.
  • Marcar aquellos puntos que presentan más interés; que podrían ser zonas con menor desarrollo del cultivo, manchones de malezas, encharcamientos u otros.

 

En el campo…

 

Podemos:

  • Registrar las malezas, plagas y enfermedades que vamos encontrando en cada lote e ir sabiendo si están por debajo o por encima del umbral de daño económico.
  • Identificar fitotoxicidades, deficiencias nutricionales e ir haciendo anotaciones, notas de voz, fotos y videos; y dejar todo georeferenciado.
  • Ver cuál fue la última aplicación o labor que se hizo, para evaluar la evolución de la misma.
  • Hacer una orden de trabajo desde el lote y consultar el stock de insumos disponibles en ese mismo momento.
  • Compartir esa orden de trabajo con el contratista u operario que la va a realizar, para ir ganando tiempo.
  • Realizar consultas técnicas con especialistas antes de hacer la orden de trabajo. Ya sea para identificar una maleza, plaga o enfermedad, o para recibir una recomendación de control.

 

En el campo, en alguna estación de servicio, en la oficina o en casa…

 

Podemos:

  • Revisar lo hecho durante el día o finalizar lo guardado en “borrador”.
  • Monitorear en tiempo real las máquinas que están trabajando. Y el historial de lo que ya hicieron.
  • Cotizar o comprar insumos y servicios que necesitemos como resultado de la recorrida.

 

Todo esto y mucho más, hoy es posible hacerlo con un teléfono, desde la comodidad de un sillón, desde nuestra camioneta, al aire libre o mientras tomamos un café o unos mates en algún lugar de nuestra hermosa Argentina. Tengamos o no señal.

 

No tengo dudas de que a medida que las empresas agropecuarias sigan avanzando en su transformación digital, la agricultura se irá volviendo no sólo cada vez más eficiente y sostenible, sino también más sexy y atractiva para los jóvenes talentos.~

 

Ojalá estés trabajando en el tema o si aún no lo estás haciendo, espero que este newsletter haya despertado tu interés sobre el mismo. 

 

En “La transformación digital del agro”, el evento que llevaremos a cabo el 4 de julio en el Alvear Icon Hotel de Puerto Madero (CABA), estaremos hablando sobre esto y mucho más junto a grandes referentes. ¡Espero que puedas ser parte! 

 

Espero también que el resto de tus cosas estén marchando muy bien. En lo personal y en lo laboral.

 

Te dejo a mano los pronósticos para los próximos meses, por si aún no los viste  😊🙏🏼

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