AgroPro

FEBRERO 2022

La mejor forma de predecir el futuro es creándolo

Por Ignacio Eguren para Horizone A
Cuatro personas en el campo analizando la cosa y charlando entre ellos

 

Mientras se comienzan a definir los rindes de la campaña actual en la mayoría de las zonas productivas, el mercado de los alquileres empieza a ponerse en marcha, y tanto en estos campos como ellos que producen sus propios dueños, pronto comenzará una de las etapas más lindas del negocio:

La planificación agrícola.
Para llevarla adelante de manera más ordenada, considero que podríamos dividirla en las siguientes fases:

 

  • Análisis de negocios
  • Plan de siembras
  • Estrategias de cultivo
  • Necesidades de insumos y labores

 

El Análisis de negocios, más conocido como “el margen bruto”, nos permitirá estimar:

 

  • Qué cultivos serán más rentables
  • Cuáles tendrán mayor margen bruto
  • Cuáles serán los rindes de indiferencia
  • Cuáles serán los costos por tonelada

 

Estos indicadores claves nos ayudarán a elegir qué cultivos hacer y en qué proporción.

 

Una vez realizado esto, el paso que sigue es armar el Plan de siembras. Es decir, qué cultivo vamos a sembrar en cada lote en base a la rotación y a las características de los ambientes, entre otros factores.

 

El registro que se genere, siempre será muy útil tenerlo a mano -en estos tiempos, en el teléfono- para nosotros mismos y para compartirlo con el equipo, con contratistas y con socios. Sobre todo para quienes manejan grandes superficies.

 

El siguiente paso es el armado de las Estrategias de cultivo. Es decir, la manera detallada en la que planeamos realizar cada uno de ellos.

 

Una estrategia de cultivo se compone, básicamente, de la sumatoria de órdenes de trabajo que pensamos hacer sobre un lote. 

 

Es un detalle de los insumos y dosis que pensamos usar en la primera aplicación, en la segunda, durante la siembra… y así hasta llegar al final del ciclo del cultivo.

 

Si le asignamos una fecha aproximada a cada labor planificada, tendremos una secuencia de órdenes de trabajo sugeridas/planificadas que nos servirán de guía durante toda la campaña.

 

Una misma estrategia de cultivo nos puede servir para todos los lotes en los que se haga ese cultivo. O mejor aún, podemos tener distintas estrategias según la zona, las características de los lotes, la presencia de malezas resistentes u otras variables que consideremos.

 

Por último, lo que nos resta conocer para finalizar con la Planificación Agrícola son las Necesidades de insumos y labores que tendremos para la nueva campaña y esto surgirá de la combinación del Plan de Siembra con las Estrategias de cultivo. 

 

Al multiplicar las hectáreas a sembrar de cada cultivo por la cantidad estimada de cada uno de los insumos según la estrategia definida, obtendremos las cantidades totales de todos los insumos. Y lo mismo para el caso de las labores.

 

Esta información será parte fundamental del presupuesto total de la campaña. Nos permitirá tener conocimiento de los insumos y sus cantidades para cotizarlos, evaluar alternativas y aprovisionarlos. Como así también para planificar la ejecución de las labores, ya sea con maquinaria propia o contratada.

 

Como dicen, planificar es traer el futuro al presente para poder hacer algo al respecto ahora.

 

Así que espero que este breve y simple resumen te sea útil y te aliente a realizar la Planificación Agrícola de la campaña que se viene, de la mejor manera. La cual seguramente complementarás con una gran estrategia económica, financiera e impositiva, que en nuestro país tienen igual o mayor peso que la planificación productiva.