ENERO 2022
El productor se relaciona a diario con muchos participantes de la cadena de valor. Lo hace con otros productores, asesores, dueños de campos, agronomías, acopios, aseguradoras y transportes, entre otros.
Se dice que un productor se vincula frecuentemente con 30-40 participantes de la cadena y en total, con alrededor de 300 CUIT.
Después de la estrecha relación que existe entre el productor y el asesor, en mi opinión, el principal aliado o “socio” de éste, es el contratista.
Esta figura determinante, que en épocas pasadas llegó a ser más relevante que los propios dueños de campo, es el brazo ejecutor de las decisiones que toman los productores y los asesores. Y en ciertos casos, partícipe o mejorador de estas.
En este contexto, me parece que en muchas ocasiones existe la posibilidad de mejorar la relación que los productores tienen con ellos.
El negocio agrícola es muy riesgoso, los márgenes son muy ajustados y no hay dudas de lo importante que es ser eficiente en el uso de los recursos. Reducir los costos es una gran medida para lograrlo. Pero no creo que ajustar centavos, un dólar o dos por hectárea, en aplicaciones, siembras o cosechas sea el mejor camino.
Pienso que hacer estos incrementos puede ser poco significativo a nivel costos si los comparamos con los valores de alquiler, de insumos o de comercialización. Pero sí pueden hacer una gran diferencia para el contratista en su negocio.
No hablo de regalar, sino de reflexionar. Porque es posible que con “poco” podamos ayudar en su progreso y el bienestar de sus equipos de trabajo a aquellos que demuestran compromiso y profesionalismo.
Y sin dudas, si a este socio estratégico del que depende en gran medida el buen control de las adversidades, la correcta implantación de los cultivos y la eficiente cosecha de los mismos, le va bien y está contento, esto será también beneficioso para el productor.