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NOVIEMBRE 2023

¿Cómo armar una cartera de inversión acorde a tu perfil?

Por Natalia Colombo – Finbest

Antes de comenzar, el inversor debe conocerse a sí mismo. Debe identificar qué tipo de inversor es y su tolerancia al riesgo. Debe definir su objetivo: ¿invierte para mantener el capital o para obtener grandes ganancias? ¿para cambiar el auto, irse de vacaciones o para su jubilación? Debe pensar el plazo, el monto, la moneda y la región donde invertir. 

 

El objetivo, junto con el plazo, son factores importantes a la hora de elegir qué tipos de activos sumamos a nuestro porfolio. No hay dinero fácil ni rápido. Cada inversión lleva un tiempo de maduración. Por supuesto, quien busque obtener grandes ganancias deberá estar dispuesto a arriesgar más.

 

¿Qué es el riesgo? En finanzas, es la probabilidad de que se produzca algún acontecimiento que provoque pérdidas en nuestra cartera. Pero también es la posibilidad de un incumplimiento por parte del emisor. 

 

Definiendo los puntos arriba mencionados el inversor podrá identificarse como conservador, moderado o agresivo.

También debe tener una mínima opinión o sentimiento respecto a las principales variables económicas futuras que afectan la rentabilidad de las inversiones: inflación y devaluación de la moneda local.

 

Tomemos como ejemplo una inversión que nos paga en el mes un 7%, si la inflación ese mismo mes fuera mayor a ese porcentaje, hemos perdido en términos reales (la inflación corroe el poder adquisitivo del dinero). Por lo tanto, debemos pensar cuáles son nuestras expectativas de inflación para ese mes que queremos invertir en un activo a tasa fija. El mismo razonamiento debemos hacer con la devaluación del peso o las variaciones del dólar bolsa (MEP o CCL).



El conservador prefiere la seguridad antes que la rentabilidad. Va a elegir activos estables, de renta fija donde se conoce de antemano el cashflow de la inversión y su rentabilidad. Podría sentirse cómodo con un plazo fijo, aunque el verdadero riesgo en Argentina es la pérdida de poder adquisitivo ante un escenario de alta inflación o devaluación. Sin embargo, el mercado de capitales ofrece instrumentos que ajustan capital e intereses contra inflación o devaluación, de manera que además de resguardar el capital, la inversión le ofrece un interés en términos reales. En dólares podría preferir la liquidez (mediante la compra del dólar MEP).

 

¿Por qué le recomendamos los FCI a los inversores de este grupo? Porque los FCI son gestionados por profesionales que intentan obtener el mejor rendimiento dado el objetivo del fondo, por lo que el inversor delega el manejo activo de la cartera. Generalmente, tienen liquidez inmediata (los money market) o a 24 o 48 horas (los que invierten en títulos que cotizan en bolsa). La desventaja de los FCI es que no conocemos de antemano cuál será el rendimiento, ya que este depende de la diferencia entre los precios de entrada y salida.

El Moderado está dispuesto a asumir algo de riesgo para conseguir más rentabilidad. En vez de la tranquilidad de un plazo fijo podría elegir un bono del estado, de una empresa o incluso alguna acción, que son más volátiles y están atados a los vaivenes del mercado.

 

A este tipo de inversor ya no le recomendamos los FCI, si no que el mismo compre títulos en el mercado: Obligaciones negociables (bonos de empresas de primera línea que pagan intereses entre 5 y 10% anuales en dólares), Letras y Bonos CER, que ajustan contra inflación y algo de Cedears que son certificados de depósito de empresas que cotizan en el exterior. De esta manera, el inversor puede acceder a Apple, Microsoft, Coca Cola, por ejemplo. Dentro de los Cedears, recomendamos papeles “tranquilos”, los que tienen beta menor a 1, ya que ante bajas en los mercados, éstos perderán menos que el promedio (pero también subirán menos que el mercado). En el actual contexto, donde el gobierno de EEUU intenta bajar la inflación manteniendo tasas altas y la posibilidad de una desaceleración de la economía norteamericana y un downgrade en las calificaciones, estar en empresas de consumo básico, con demanda estable, parece ser una buena idea. Sin embargo, pensando en el largo plazo, debemos incorporar empresas tecnológicas que se dediquen a la inteligencia artificial, semiconductores o de energías verdes.

 

Por último, el inversor agresivo busca obtener grandes ganancias apostando más. Conoce el mercado y sus riesgos y apostará a instrumentos más volátiles, como acciones, cedears, ETFs y bonos.

 

A este inversor le recomendamos una cartera similar a la anterior, pero agregamos bonos argentinos y acciones locales, es decir, incorporamos riesgo argentino y soberano a la cartera. Actualmente, los bonos están a precio de default y las empresas valuadas a precio de remate. Si hubiera un cambio en la macro, estos activos tienen mucho por recuperar.