AgroPro

SEPTIEMBRE 2020

La agricultura de precisión es agronomía optimizada

Entrevista completa a Luis Verri

El CEO de AgroPro, Ignacio Eguren, entrevistó a Luis Verri, Ingeniero Agrónomo y Director de Agronomy Tech, un estudio de agronomía dedicado al asesoramiento integral de agricultura de precisión.

persona con una tablet analizando el suelo

I.E. ¿Cómo andás? Recién recuperado de coronavirus.

 

L.V. Así es. Es mi primer día laboral. Por un lado parecería que no es tan fuerte como realmente dicen. Quizás porque uno es joven y sano. Hay que cuidarse pero tampoco hay que tenerle miedo. Un par de días con fiebre y dolor de cuerpo pero se supera perfectamente.

 

I.E. ¿Qué es la agricultura de precisión?

 

L.V. Qué buena pregunta. Una forma bastante simplificada y realista de la agricultura de precisión es realizar un manejo agronómico de los cultivos en función de la oferta de recursos que tiene un ambiente. En un primer momento podrás empezar a hacerlo por zonas, y avanzando en el grado de detalle y con más tecnología te podrás meter en manejo de zona, de ambientes, de micro ambientes, de un sitio específico. En definitiva es adecuar el manejo de los cultivos o hacer agronomía a la disponibilidad de recursos que tiene un ambiente.

 

I.E. Siempre trabajaste en esto ¿no? Empezaste hace 15 años. Tenemos la misma edad, aunque no parezca.

 

L.V. El último año de mi carrera empecé a trabajar en una consultora en Río Cuarto. Estudié Agronomía ahí. Trabajamos con sondas midiendo la cantidad de agua y los pivots en los círculos de riego. Viajamos desde el norte de San Luis hasta San Pedro. Atendimos muchos pívots de semilleros. Eso lo hice el último año de mi carrera. Después me recibí, hice mi tesis en manejo de suelos y entré a trabajar en otra consultora. Estuve casi 6 años. Un lugar fantástico. Estuve con los mejores, en el lugar indicado, en el momento óptimo de la consultora. Era Responsable de Agricultura de precisión, de dirección técnica de cultivos y monitoreo de varias empresas en el sur de Córdoba, en Vicuña Mackenna. Cuando decidí dar un paso al costado y empezar a trabajar de manera independiente, me enfoqué en esa zona, que es en la que había estado entrenando durante esos 6 años en la consultora. A partir del 2do año empezamos con la agricultura de precisión, en el 2004. Cuando empecé a trabajar solo, seguí haciendo los dos trabajos: dirección técnica de cultivos y agricultura de precisión hasta aproximadamente unos 6 años atrás. Por suerte iba creciendo un montón en hectáreas y un día tuve que tomar la decisión de hacer una de las dos para seguir haciendo las cosas bien. Seguí el camino de la agricultura de precisión. Todos los años se han ido sumando clientes. Hasta hace 2 años ya venía trabajando con otros ingenieros de forma part-time que me asistían en ciertos trabajos y en ciertos momentos del año. El año pasado decidí armar un Estudio, asociado de la mano de más superficie. Pasaron los años y no llegaba a hacer bien el trabajo solo. Tuve que incorporar gente y hoy somos 5 personas trabajando.

 

I.E. Espectacular. Voy recorriendo tu historia y a mi me pasó algo parecido. Uno va evolucionando y se va llenando de trabajo y tenés que dar ese salto. Empezar a dejar de hacer algo que te gusta para seguir haciendo todo bien. Empezar a armar la estructura. Es otra dinámica.

 

L.V. Exactamente. Uno se va encontrando con esas situaciones de manera frecuente. En un momento uno piensa: ¿Sigo tomando trabajo o me quedo yo solo haciendo lo que estoy haciendo? ¿Hago dirección técnica y agricultura de precisión o me inclino por una de las dos cosas? Cada 1 o 2 años uno se enfrenta a esas decisiones y siempre las mías han sido ir por más desafíos. Ahora estoy en una etapa en la que me pone muy contento poder trabajar con gente a la par. Por suerte tengo un equipo de ingenieros agrónomos, de otros técnicos y de una contadora que son incondicionales y trabajan súper bien.

 

I.E. Leí en la nota de Clarín que para vos la agricultura de precisión tenía 3 pilares: eficiencia y productividad, sustentabilidad y la parte económica o de rentabilidad del negocio. ¿Cómo impacta en cada uno de esos pilares?

 

L.V. En términos de eficiencia yo siempre digo que la agricultura de precisión es agronomía optimizada. Es mi slogan. Es optimizar todo lo que tenés disponible. De la mano de eso, uno busca todo el tiempo la mayor eficiencia en el uso del agua y de nitrógeno. Empezas a hablar de fertilización balanceada. Hay muchas variables que uno empieza a manejar a la hora de querer ser más eficiente. Lo más apasionante de esto es que es agronomía. Cuando nosotros nos recibimos, soñabamos con ser asesores. Estaban re de moda las empresas vendedoras de insumos y un 90% de los agrónomos que se recibían iban a parar ahí. El auge y el boom agrícola arrancó ahí. Era terrible cómo se movía el campo en el 2002/2003/2004. Las empresas demandaban muchos agrónomos. Hoy es fácil ser asesor porque todos los campos tienen uno. Hay más oportunidades. Uno está todo el tiempo tratando de ser más eficiente desde el punto de vista agronómico. Con los recursos, con los insumos, con todo. El tema de la sustentabilidad lo menciono porque desde la recolección de datos que hoy estamos haciendo con nuestros equipos, creo que es un momento y una oportunidad muy buena para mostrarle a la sociedad cómo estamos haciendo las cosas: qué dosis se usan, en qué condiciones climáticas y del cultivo se aplicó tal producto, a qué hora. Tenemos una cantidad de datos. Nada está hecho sin un profesional atrás. El eje económico es el que termina moviendo los otros dos ejes. Lo primero que tenés que hacer es ganar plata. Además de la sustentabilidad ecológica, también existe la sustentabilidad económica. No podés llevar adelante una empresa si no ganas plata. Nos guste o no, es así. Está todo analizado profesionalmente y cada tecnología que uno va a aplicar te tiene que dejar plata, en el corto o en el mediano plazo.

 

I.E. Después de todo, más allá que la agronomía es un estilo de vida y muchos de los que están en el campo trabajan por eso, no deja de ser un negocio que tiene que funcionar para que se pueda seguir llevando a cabo. Con respecto a sustentabilidad, Córdoba trabaja muy bien. Tienen las BPAs. Yo particularmente admiro a los cordobeses por lo avanzados que están tecnológicamente y en las leyes. Nosotros desde AgroPro los vamos comparando con la provincia de Buenos Aires y el programa de BPAs en el que estamos es espectacular. También cómo manejan el tema legal de la receta y todos los requisitos para los aplicadores. Es impresionante. Además del empuje que tienen los cordobeses, que conquistaron el norte y van 1 o 2 años más adelantados que el resto de las provincias.

 

L.V. La verdad que es una provincia con productores muy innovadores, van para adelante, están permanentemente pensando nuevos negocios. Uno por ahí se enfoca mucho en la agricultura, pero hay un montón de cordobeses con campos ganaderos en el norte.

 

I.E. Volviendo a la agricultura de precisión, ¿Dónde se ven más resultados? ¿En maíz temprano, maíz tardío?

 

L.V. Quizás en el maíz porque es un cultivo muy dependiente de insumos. Nosotros hacemos bastante análisis de los datos que recolectamos todos los años con nuestros clientes. Lo que vengo viendo es que sobran datos y falta análisis. Es tanta la cantidad de cosas que hay que a nosotros mismos muchas veces nos falta el tiempo para analizar todo como a uno le gustaría. En los cultivos, cuando vos analizas datos de lluvias, precipitaciones, napas y todas esas cosas, terminas viendo que el mayor impacto en el rendimiento de los cultivos es el manejo, sobre todo en campos con napa, y no tanto las precipitaciones. Llámese manejo a fecha de siembra, temprano o tardío, nitrógeno, cultivo antecesor, híbrido, densidad, etc. Todos esos son recursos y tecnología de insumos. El cultivo que más tiene es el maíz y por ende el que más paga esta tecnología. Nosotros de toda la superficie que asesoramos, trabajamos un 70% en maíz y un 20% en soja. Trabajamos bastante con el tema de la reposición de fósforo, al voleo, anticipada, variable, en el invierno. En algún campo del norte de La Pampa hago densidad variable. También un poquito de trigo y girasol. Está claro que el maíz es el que más paga.

 

I.E. Te iba a preguntar acerca de la soja. De una misma variedad vos podés hacer “distintas variedades” de acuerdo a la densidad o la fecha de siembra. ¿Están viendo respuestas? ¿En fertilización? ¿En densidad han llegado a ver?

 

L.V. Como todos sabemos, hay PPM de fósforo o umbrales por debajo del cual hay mayor frecuencia de respuesta. Vemos mucha respuesta en la fertilización. Puntualmente trabajamos en el norte de San Luis en suelos que están con niveles muy bajos de fósforo, tienen 5 o 7 partes, y la verdad es que la respuesta que tenemos a la fertilización fosforada en soja es increíble, de 500 a 700 kilos, en zonas donde la soja rinde 2000-2500 kilos. La fertilización es lo que te permite seguir alquilando campos. Tengo un cliente con el que aún no le hemos podido encontrar la vuelta a los cultivos de cobertura en San Luis. Vamos por lo seguro, que es aplicarle fósforo al suelo porque todos los años queremos 500 kilos de respuesta en soja. Hemos hecho un montón de ensayos en cultivos de cobertura, algunos con especialistas del INTA y todavía no podemos buscarle la vuelta a esa zona, en ese nicho puntual. En otra zona, el sur de Córdoba por ejemplo, es otro mundo para los cultivos de cobertura.

 

I.E. El fósforo en general, ¿a partir de cuánto PPM hay respuesta?

 

L.V. En el sur de Córdoba vemos respuesta en muchos campos de soja que tienen 20 PPM. Yo tengo la suerte de trabajar el 90% de la superficie en campos propios. Está bueno porque todo lo que le apliques queda. Manejamos reposición de fósforo, tratamos de mantener los niveles según los campos, según las empresas, entre 20 y 25 PPM de fósforo, pero aún así, en ambientes que tienen 20 PPM de fósforo, muchas veces encontramos respuestas. Estoy haciendo densidad variable en un campo en Hilario Lagos, muy cerca de ustedes. Lo que vemos muchas veces es que La Pampa viene fantástica hasta enero y después se corta mal. En algunos campos hay ambientes muy buenos, excelentes, pero otros ambientes con tosca. Lo que hacemos es poner una densidad bastante baja en las lomas, tratamos de apuntar a unas 180.000 plantas logradas por hectárea y darle un poco más de rosca (300.000 plantas por hectárea) en los ambientes promedio y de alta producción. La soja tiene una capacidad muy grande de compensar y, en la loma, que tiene recursos muy escasos, podés tener muy buenos rendimientos con 180.000 plantas. Hemos sacado 45 quintales de soja. Ponemos poco y, si el año lo permite, iremos a ramificar. Si el año viene escaso en recursos, se va a quedar con 180.000 tallos únicos. Además de eso, es un campo que no es complicado en malezas. Todavía no tenemos una presión muy fuerte de yuyo colorado. Todo el tema de densidad y distanciamiento entre hileras en soja está muy asociado a la presión de malezas. En el sur de Córdoba no tenemos grandes problemas. Los datos son de resultados de ensayos que hemos hecho en franjas de distintas densidades cruzando ambientes. No es un valor aleatorio. He probado durante 3 años que la densidad que mejor se ajusta es esa para las variedades que usamos.

 

I.E. Dijiste recién que la mayoría de tus clientes son campos propios. ¿Cómo se puede hacer agricultura de precisión en campos alquilados? ¿Qué opinas de los fertilizantes microgranulados? ¿Conviene usar esos u otros?

 

L.V. Hay que ver cuánto fósforo tiene el suelo. Si tiene menos de 13 PPM de fósforo, podés ponerle lo que quieras y quedarte tranquilo que no vas a dejarle nada al dueño del campo. El único que se va a llevar los kilos de grano que produjeron esos fertilizantes sos vos. El principal beneficiado vas a ser vos, seas propietario o inquilino. En el tema fósforo hay todo un mundo. Los alquileres anuales son una realidad, pero también tenemos que ver dónde estamos parados. No lo veo como una limitante. Hay que ver los números. Yo trato de insistir bastante en el tema del análisis por ambiente. Los microgranulados son fertilizantes y está cambiando el speech con el cual se vendían. Hasta hace poco tiempo, el argumento de venta era que el microgranulado es el que sirve porque tiene más fósforo disponible y el genérico no sirve. Ahora están tratando de transmitir que es un complemento del fósforo base o de que vale barato la unidad de fósforo. Volea tu 70% de la dosis de fósforo anticipada en el invierno y el 30% de tu fósforo ponelo en la siembra. Yo personalmente lo sé usar como complemento y no como fertilizante único. Es inviable levantar PPM por uno de esos fertilizantes.

 

I.E. Y con líquido has hecho algo?

 

L.V. No lo he hecho. Es un tema que me re convence pero no tengo ningún cliente con el que tengamos fertilización líquida. Me han consultado un montón en los últimos meses. Yo creo que es la tendencia y ya hay muchos equipos que lo tienen. John Deere, por ejemplo. Creo que va a ser espectacular. Hoy no hay tantas empresas proveedoras de fertilizante líquido fosforado, pero creo que va a estar muy bueno. En Estados Unidos funciona, lo han medido, tienen bastante respuesta y está bastante piola desde el punto de vista logístico también. En cuanto se abra un poquito el mercado de equipos de fertilizantes líquidos en sembradoras se va a masificar en pocos años.

 

I.E. Yo creo que es un tema de logística y de manejo. Esa diferencia la tienen a su favor los microgranulados y por eso se están expandiendo tanto.

 

L.V. Tal cual, es así. Vos hablas con las empresas de fertilizante líquido y te dicen que no traían porque no había equipamiento. Ahora está empezando a entrar el equipamiento y yo creo que en pocos años van a crecer muchísimo las toneladas que se venden de fertilizante líquido fosforado.

 

I.E. ¿Qué zonas te gustan más para trabajar? ¿En cuáles decís: acá, con este cliente, vamos a tener respuesta? Ya diste el ejemplo del fósforo en San Luis. ¿En qué otras zonas decís: acá no le erramos, vamos a hacer un buen laburo?

 

L.V. A mi me encantan los suelos ondulados arenosos. Soy apasionado y tengo un feeling especial por ese tipo de suelo. Es donde me he desarrollado profesionalmente. Después, por suerte, me he ido expandiendo a otras zonas, pero la verdad es que me gusta mucho trabajar en suelos extremadamente arenosos, muy pobres desde el punto de vista estructural pero extremadamente productivos desde el punto de vista de la napa. Esos campos, en el sur de Córdoba, en la zona de América o Trenque Lauquen, son espectaculares.

 

I.E. Nosotros hemos andado mucho en Italó, Huinca Renancó, Villa Huidobro.

 

L.V. Italó es tremendo. Al oeste de Huidobro ya es otra cosa. Empezas a tener suelos más pesados, que son bárbaros si tienen agua. Si está en una zona donde no llueve ya no es tan bárbaro. El más noble termina siendo el suelo arenoso, porque tiene agua y la cede toda. Responde rápido apenas llueve. Almacena poco pero te entrega todo. La verdad que esa es una zona que, analizando las respuestas en densidad, en nitrógeno, fósforo, azufre, son las zonas que más pagan. En campos en los que trabajo hace algunos años hemos estabilizado los rendimientos muy fuerte de la mano de la agricultura de precisión.

 

I.E. Teniendo en cuenta lo que mencionas de las napas, ¿a qué profundidad de napa podemos independizarnos un poco de la lluvia?

 

L.V. En uno de los campos que trabajo en Villa Valeria tenemos mapa de napa en todo el campo. Es muy grande. En una de las primeras campañas que me tocó trabajar apenas arranqué, hice un laburo bastante fino, metiendo mucho barreno y después analizando rindes por ambiente y terminé encontrando que la curva de profundidad de napa y cómo iban variando los rendimientos, entre 1,10 y 1,60 terminó quedando la profundidad de napa óptima para el cultivo de maíz. Estaría un poquito más arriba de las profundidades que determinaron del CONICET y de la Universidad Nacional de San Luis. Ellos determinaron para maíz profundidades de alrededor de 1,30 a 1,80. Mi humilde estudio va bastante de la mano de lo que indicaron ellos. De los 2,5 en adelante, depende cómo sea el año, si es húmedo o seco, se cae fuertemente el rinde.

 

I.E. Teniendo en cuenta el pronóstico actual, ¿a qué profundidad de napa hay que sembrar maíz temprano?

 

L.V. Es una de las cosas que estoy haciendo justamente esta semana. Hoy arranqué a recorrer los campos donde vamos a hacer maíz de primera, a chequear profundidad de napa de esos ambientes y a decidir hasta dónde va. Si tengo napa a 1,70, va a maíz de primera. De ahí hasta 1,20. De ahí para abajo capaz que lo pienso un poco más. Hay un par de informes que marcan mucha sequía para el sur de Córdoba. Los suelos están extremadamente secos y paradójicamente me he encontrado, sacando los lotes que tienen cultivos de cobertura que se han quemado o se están quemando, los lotes que vienen están buenos de humedad. Por suerte en el sur de Córdoba tenemos un montón de lotes que con 30 mm quedan espectaculares.

 

I.E. ¿Cómo haces para administrar toda esta cantidad de datos que tenés? ¿Cómo administrar todo este Big Data que se va generando?

 

L.V. Hace rato que vengo viendo algo para poder agrupar todos los datos y tratar de tener todo en un sólo lugar. Es lo primero que busqué. Vas a poder tomar decisiones si analizas los datos. Sino no vas a poder tomar ninguna decisión o puede que la que tomes sea la equivocada. Lo que yo hice fue comprar, de la mano y del apoyo de un par de clientes, un montón de hectáreas en pool y distribuirlas entre ellos. Por un lado, lo que yo veo es que todo sucede muy rápido. Si hay algo que vos no podés ser hoy en día es lento, porque todos te pasan por arriba. Yo veía que me demoraba mucho en que mis clientes vieran los mapas de rendimiento. Encontré la herramienta y lo importante es que ellos tuvieran rápido el mapa. Yo soy el responsable de que mi cliente tenga ese mapa rápido. ¿Cómo hago? O pongo 50 ingenieros o pongo una plataforma para poder ver ese mapa de velocidad de siembras. A todos nos pasa; vos tenés que identificar tus problemas en el momento adecuado. Si te digo que la persona que te sembró lo hizo muy rápido, que te destrozó la sembradora y te lo digo un mes después de que sembraste, no sirve. Ya es tarde. Entonces un poco el hecho de buscar eso en FieldView fue tratar de tener la información rápido. Después nosotros como estudio y como proveedores de un servicio de agricultura de precisión, por medio de FieldView Plus, analizamos todos los datos que va tomando la herramienta. La idea era esa: que el cliente tuviera rápido la información. Después le hacemos el pdf, la carpetita, etc.

 

I.E. Pero ya le das algo. Nosotros los ingenieros somos informales y nos cuesta generar reportes e informes. Tenemos esa tendencia a demorarnos.

L.V. Es porque tenemos un montón de trabajo. No es al vicio que nos demoramos. Yo busqué una solución a algo que veía que no estaba entregando en tiempo y forma. De la mano de esa necesidad es que vino FieldView, que es la plataforma que considero que tiene ese valor agregado de la captura de registros de aplicaciones.

I.E. ¿Y cómo aprovechas eso? A partir de esos datos cómo aplicas todo el valor o toda la tecnología que Precision Planting te puede generar?

 

L.V. FieldView te registra datos de sensores. Puede ser Precision, John Deere, marcas de equipos nacionales. Depende de lo bueno que sea ese sensor, ese dato va a ser confiable o no. FieldView no te calcula nada. Vos ponés un Drive que te recolecta el dato que tomó el sensor de la maquinaria, puede ser sembradora, cosechadora o pulverizadora, de ese Drive lo pasa por YouTube al Ipad y lo transmite. Recolectamos ese dato y después nosotros somos los que tomamos las decisiones. Ahí me parece que hay un punto clave y es que por muchísimo tiempo vamos a seguir tomando las decisiones nosotros: los agrónomos, los profesionales. FieldView podrá juntar, analizar, hacer lo que quiera. Yo quiero hacer el análisis. Yo sólo sé lo que quiero ver. Lo que sí permite es una alta confiabilidad de la mano de buenos sensores. Cualquier otro atributo de calidad de siembra que registre un 20-20, te lo va a registrar FieldView. Yo creo que pasa más por la calidad del sensor que por la plataforma. Si bien han hecho bastante convenio con equipos nacionales, funciona como anillo al dedo con equipos americanos.

 

I.E. ¿Por qué pensas que no se expande más la agricultura de precisión? ¿Es una falta de conocimiento de los asesores o falta personal más calificado que maneje las máquinas y esas herramientas?

 

L.V. Yo creo que ha crecido muchísimo. Hoy existe un abanico muy grande de plataformas o de lugares donde uno puede bajarse una ambientación para su campo. Sí hay ciertos cuellos de botella que son claves. Cualquiera te hace una ambientación. En la Universidad Nacional de Río Cuarto se capacitan muchos chicos todos los años, pero por ahí no cualquiera te resuelve un problema de un monitor de siembra. No cualquiera te pone a punto una sembradora para hacer dosis variable y que dosifique la densidad y la fertilización en la cantidad justa en lo que lo tiene que hacer. Puede venir por el lado de lo que vos planteas, de la cantidad de técnicos o de facilitadores con experiencia para hacer funcionar un equipo. Algunas zonas puede ser un poco más pero yo creo que ha crecido fuertísimo en los últimos años, al menos en la zona central de Argentina. Puede que en alguna zona puntual sea más baja.

I.E. Vos has ido viendo toda la evolución, no? Desde que arrancaste hasta ahora debe ser otro mundo.

 

L.V. Exactamente. Hace 15 años era una cosa. Me acuerdo y me río. Tengo fotos guardadas de cuando salieron los pendrive. Cualquiera que me escuche va a pensar que tengo 80 años, pero salió hace poco. Le saqué una foto porque el pendrive era la novedad. Todo va cambiando y la verdad es que he vivido una transformación muy grande, aún teniendo 40 años.

 

I.E. No es que seamos viejos, sino que los cambios se han dado muy aceleradamente en estos últimos años.

 

L.V. Todo pasa rapidísimo. Tenés 40 años y tenés que hablar de experiencia. Es increíble pero tuve la suerte de arrancar apenas se inició todo y hoy, después de 15 años, ya tengo que hablar de mi experiencia.

 

I.E. Supongamos que alguien quiere empezar a hacer agricultura de precisión, es productor y tiene máquinas que no tienen variables o es un asesor que recién arranca. ¿Qué recomendas? Algunos tips para que empiece.

 

L.V. El primer tip que recomiendo es que mapeen. Si vos no estás del todo convencido de hacer agricultura de precisión, mapeá. Esforzate por conseguir un contratista con monitor de rendimiento y después esforzate por ver los mapas de tu campo. Lo viste una vez y nadie te tiene que decir más nada. El segundo paso es decir: puedo tener un campo chico y no tengo tecnología o la tecnología es cara. La verdad que hoy hay un montón de contratistas en la zona con equipos de dosificación variable. Hay un montón de sembradoras que ya vienen de fábrica. Por suerte el 95% de las cosechadoras viene de fábrica con motor de rendimiento y antena. Si no tenés sembradora propia, hoy yo no veo que sea una limitante la disponibilidad. En mi abanico de clientes, que pueden ser muy grandes o muy chicos, todos hacen agricultura de precisión. En toda la zona hay contratistas con equipos. Creo que es una limitante más de cabeza que otra cosa. Tenés que estar convencido que es lo que tenés que hacer en tu campo.

 

I.E. Por eso te preguntaba antes si es por una cuestión nuestra. El día a día nos va llevando y nos resulta más fácil no hacerlo y después se nos pasa la campaña.

 

L.V. Me pasa que a veces charlo con algunos amigos y después muchos asesores se ponen en modo pool de siembra. En el medio hay plata, hay empresas y hay gente. Tenés que ser profesional. Me parece que ya no va más el modo pool de siembra. Hay que manejar todo al detalle. Para mi es la única forma. Nuestra charla rondó sobre los mismos temas: profesionalismo, hacer las cosas bien, ser eficiente, analizar los datos. Esa es la agricultura de precisión. Eso es lo que hacemos todos los días en Agronomy Tech.

 

I.E. Si alguien quiere iniciar con ustedes, ¿Cómo los puede contactar? Si te llamo y te digo que tengo 500 ha y quiero empezar a hacer agricultura de precisión. ¿Cómo es la operatoria?

 

L.V. Lo primero que hacemos nosotros es charlar con el cliente para ver por dónde quiere encarar el proyecto de agricultura de precisión. Es un proyecto, como cuando vas a construir una casa. Pensamos entre los dos, cliente y Estudio, y lo llevamos adelante. El segundo paso es ver qué información tiene esa persona, por qué quiere hacer variable, en qué zona está. Desde el momento que está convencido y ve la diferencia en la producción de los ambientes, su cosechadora no tiene mapa pero ha andado un montón de veces arriba de la máquina y ve la diferencia en rendimiento entre una zona y otra, avanzamos. Hoy por hoy ya no es una limitante tener mapas. Con imágenes se ambientan perfecto los campos. Habrá campos o imágenes que ajustan mejor que otras según los momentos, pero en definitiva empezamos ambientando en campo. Es clave entender qué está buscando cada uno. Cada cliente busca algo distinto. Es muy importante que nosotros, como empresa prestadora de servicio, identifiquemos qué le gusta o qué quiere cada uno. Esa es una habilidad que uno tiene que tener para lograr relaciones duraderas en el tiempo.

 

I.E. Te agradezco por compartir tu conocimiento y tu experiencia con nosotros. Espero que lo hayas disfrutado.

 

L.V. Me encantó. Quiero agradecer a mi familia y a las personas que me acompañan todos los días. A Fabricio Del Cantare, a Martín López, que son los dos ingenieros agrónomos que forman parte de Agronomy Tech. Ellos trabajan super bien. También a los chicos que están en la unidad de negocio de Precision Planting: Agustina Morelli, Luciano Zuleta y Roberto Lucero, que son los técnicos. Ellos son mis pilares.

 

I.E. Vos sos el líder y te entiendo porque a mi también me pasa lo mismo. Atrás nuestro hay un equipo que hace todo posible.

 

L.V. Exactamente. Uno es el que “pivotea” entre los clientes y los trabajos. Obviamente uno ve todos los trabajos, los revisa y los controla, pero las cosas se hacen en equipo. Me parece súper importante que todos los conozcan.

 

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